Científicos de la UNLP, en un informe para conocer el impacto social del aislamiento obligatorio
Coordinado por la Comisión de Ciencias Sociales del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el Conicet
Investigadores, docentes y extensionistas de la Universidad Nacional de La Plata participaron del relevamiento sobre el impacto social y los problemas que podía generar en todo el país el aislamiento obligatorio dispuesto por el gobierno nacional para intentar frenar el avance de la pandemia de Coronavirus en la Argentina.
El trabajo coordinado por la Comisión de Ciencias Sociales del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) reunió a más de 800 integrantes de la comunidad de las ciencias sociales y humanas de todas las universidades nacionales y centros de investigación de país. El equipo de científicos, junto con 3000 referentes barriales, rápidamente recopiló información sobre la situación social de todo el territorio y en pocos días elevaron los datos reunidos al propio presidente de la Nación.
Concretamente, apenas decretado el aislamiento social preventivo y obligatorio, el 19 de marzo pasado, esta red científica de la que formó parte la UNLP se movilizó para contar en forma expeditiva con un panorama de las condiciones subjetivas y estructurales que permitieran implementar la medida en los sectores más vulnerables, así como prever los principales problemas que se podrían generar por la aplicación de la medida.
A partir de preguntas elaboradas en un cuestionario y a través de un instructivo general, la comunidad nacional de las ciencias sociales contribuyó para saber qué estaba sucediendo y qué podía suceder en sus comunidades, áreas rurales, parajes, pueblos, barrios y ciudades de distintos tamaños en todas las provincias del país.
Los investigadores se focalizaron en regiones y grupos particularmente vulnerables y lograron obtener información, entre otras, de la situación de comunidades indígenas, población carcelaria, población de calle, vendedoras/es de la vía pública, pacientes crónicos, trabajadoras sexuales, población trans, y población migrante.
Al mismo tiempo, se organizó una forma de volcar la información en forma estandarizada para analizarla en los escasos días que contaban hasta el sábado 26 de marzo, fecha en la que se elevó el informe. En esta actividad puntual participaron más de 30 becarias y becarios e investigadoras/es jóvenes de Conicet y docentes de distintas universidades, quienes trabajaron sin descanso para procesar la información y volcarla en esquemas.
El presidente de la Nación con su equipo de colaboradores compartió el informe que resultó “una herramienta muy útil en el proceso de toma de decisiones ante la situación de emergencia nacional”.
